viernes, 29 de agosto de 2008

Traición

"Así no puedo prometerte más.
Así no puedo hacerme cargo de ti.

Así sospecho me conviene mentirte
a decirte la verdad."
Miranda!


Te miro y me sonríes.
Con esa sonrisa que me derrite, que me desarma, que me deja vulnerable ante tus labios y las palabras que de ellos brotan.
Lo sé, lo sé - me repites como una letanía, y sigues fumando.
Y no puedo hacer nada, por más que me repita y te repita que con eso no me basta, que no necesito que lo sepas, sino que lo comprendas y que te pongas en mi lugar.
Y vuelvo a esmerarme en cerrar mi boca.
Callar lo que veo, lo que escucho, lo que siento, y lo que adivino en tus letras, tus movimientos y en tus actos.

Sé que no debería decirtelo, no otra vez, no esta vez.
No de esta manera.

Me miras de lado, y veo que conviene callar.
Además, no soy la adecuada para juzgarte, menos si me centro en tu largo y culposo prontuario de placeres bizarros. Más aún cuando soy parte de ellos, de los juegos a escondidas, de las llamadas a altas horas de la noche, de los encuentros clandestinos en alguna pieza olvidada.

Tienes que escucharme..- susurro. Pero no puedo terminar. Ahí viene ella.
No lo merezco. Es lo único que logro decir.

Y tu vas por ella, la besas con esos besos que me pertenecen, con esos labios que son míos. Y ella me sonríe.
No la culpo, yo tampoco sospecharía de mi mejor amiga.

...Cordelia...

Ma Fatigue

"Un sentiment bizarre
que le monde est pleuplé de crétins."
Tryo



Estoy cansada de toda esta mierda.
Hastiada de esta situación, pero sobre todo, aburrida de ella.
Sí, de esa. De la que tiene nombre de perra circense y actitud de preadolescente amante de Hello Kitty.

Esto me supera. Por más que trato de practicar mi paciencia, no. Realmente me supera.
Además, por qué mierda tengo que perdonarla?
Y tu me insistes en que ella lo siente, que se desubicó y ahora entrará en razón.
Y yo trato de creerte, como las incontables veces anteriores.
Pero no, no soy Cristo para perdonarla, ni mucho menos una santa.
Y como te dije, aunque se arrodillara en medio de la plaza, con micrófono en mano y vestida de puta, no la perdonaría.

Quiero que lo sepas.
Quiero que lo tengas presente.
Para las cretinas como ella las oportunidades se acabaron, y ahora... sólo espero que se devuelva la mano.