lunes, 28 de septiembre de 2009

Desvaríos

Demasiadas noches tratando de conciliar las ideas.
Creo firmemente que el sueño no es mi mejor aliado, que se lleva todas las grandes ideas y me deja sólo con el vago sabor de ellas.
Sabores y olores que se entremezclan con imágenes difusas,
confusas,
profusas.

Y me hundo lentamente en la cadencia de ellas,
de él.
De sus sueños despierto,
de sus ciudades invisibles,
de mis invenciones insanas,
de mis mundos ensoñados,
de mis desvaríos constantes.

Y trato de que las palabras salgan,
pero de tanto caminar se olvidan,
o se difuminan en mis ojos,
en las calles.

Lo malo es que quedo siempre donde mismo,
con las palabras mezcladas
sentada en mi callecita imaginaria
esperando...

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Odio todo lo que me recuerde a ella.

Las canciones que cantabas, los escritos que le dedicabas inconscientemente, las alabanzas que le lanzabas a su inteligencia, belleza y gracia (dudosas hasta ahora), pero sobre todo la patética compasión que sentías por ella.

Y yo te escuchaba.
Escuchaba como me hablabas de ella, como un niñito encaprichado en los calzones ajenos.

Y te ibas lentamente de mis sábanas, de mis recuerdos, de mis versos mal escritos, de mis ensoñaciones.
Y todo se volvía oscuro.
Porque claro, qué puede hacer un ángel ante un demonio?
Ella tenía la ventaja, con su voz nueva, sus besos nuevos, sus pechos no recorridos.
Y yo seguía perdiendo....

Por eso la odio, por eso no la quiero aquí. Porque sé que es una de tus malsanas invenciones, de esas que toman forma cada vez que no te tengo cerca.