viernes, 6 de junio de 2008

Inocencia

Cordelia
No sabía porqué estaba ahí.
No recordaba cómo había llegado.
No recordaba, tampoco, la lejana luz del mediodía.
Con suerte sabía que su nombre había cambiado, puesto que ellos la llamaban distinto. Ellos o Él, eso daba lo mismo.

No sabía porqué cada noche el "juego" comenzaba otra vez, pero lo que sí sabía era que no merecía participar.
Y era extraño. En su mente de niña, nada tenía sentido, sólo el hecho de que cada noche debía jugar.
Y jugaba.
Jugaba hasta quedar sudada y jadeando. Cansada de tantos besos y risas falsas, de tantos revolcones inmerecidos.
Porque ella era sólo una niña, y no entendía porqué estaba en un prostíbulo.

3 comentarios:

Manuel dijo...

¡¡¡Que pasen los litigantes!!!

Jajajajajajajaja.

Hablando en serio, me gustó muchísimo, no lo conocía, nunca me muestras lo que escribes... en fin.

Creo que mantienes muy bien eso de la tensión, hasta llegar a una catarsis final, jajajaja. De todos modos me parece raro esta manera de es escribir, tan rara en ti y prefiero relatos como "Doris" que son más intrínsecos de la Maquita.

Besos, gracias por el comentario.

Pía Valenzuela dijo...

alguna extraña vivencia reflejada en tus escritos...
xD mejor no respondas...
seguro despues me traumo, me gusto mucho y saco al tapete unos recuerdos mios olvidados...
(¬_¬ y no, no he estado en un prostibulo y no hice nada de venderme en la noche)

Ulrich, Ich Gemütlich. dijo...

Cuando tenemos publicación nueva?, te queiro , bueno "los quiero mucho"... bye