domingo, 19 de octubre de 2008

Zapatillas rojas

De nada le sirvió chocar  tres veces los talones de sus zapatillas rojas.
Ni decir "No hay mejor lugar como el hogar".
Lo más extraño de todo era que, en vez de llevarla a Kansas, las zapatillas no dejaban de bailar endemoniadamente.






Cordelia...



Imagen: Gentileza de Mor, con sus hermosos zapatos rojos.

4 comentarios:

Ulrich, Ich Gemütlich. dijo...

Et voilà que du sol où nous sommes, nous passons nos vies de mortels à chercher ces portes qui donnent vers le ciel...

Anónimo dijo...

un beso maka..dile al manuel que se comunique

Manuel dijo...

Ya sabes que me gustó mucho este. Desde que lo leí. Es muy lograda la intertextualidad que propones en el texto, el cruce de ambos relatos configura una finalidad irónica y paródica (como diría Zavala), jajajajaja.

Te amo mucho.

Anónimo dijo...

raro el tema...
pero voy a mismo punto de la intertextualidad...
esta bastante bueno...
vengo de pasadita cordelia
nos leemos

fede carre