
Había olvidado que se sentía escribir en papel.
Amo el sonido del bolígrafo deslizándose sensualmente, profanando la castidad de mi libreta.
Mi mundo y yo.
La intimidad de la mancha, el tachado.
El dolor de mi muñeca al tratar de alcanzar mis pensamientos que fluyen, que juegan y entremezclan en las líneas casi sin sentido, pero que deleitan mi vista y mis oídos.
Amo la bendita sensación de no saber dónde se acaba esto,
de que la musa parece haber vuelto de su estadía en el Caribe junto a Pepé,
que otra vez puedo escribir y violar la sacrosantidad del papel inmaculado.
4 comentarios:
Receurdo una parábola de Gibrán...
http://bit.ly/8MldIM
Supongo que no se puede concebir un escrito sin antes manchar la hoja.
Saludos.
Pobre carilla.
Pura y casta, y vacía.
Ocurrirá con todo orden de cosas??
xD
En fin... este texto es de hace unos meses atrás, mientras iba en la micro llegó la musa :P
Buen texto, me gustó mucho.
Es interesantísimo cómo un ente femenino (la pluma) penetra a un ente masculino (el papel).
Besos, ya llegaste a mi lado a leer lo que te estoy escribiendo.
no nos abandones... a los q te leemos Maka... amarra a la musa mujer...
un beso
Beto
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